Los derechos lingüísticos son vitales para todos los pueblos, independientemente del tamaño de su población. Estos derechos necesitan ser preservados especialmente en el caso de grupos pequeños. La Asociación Universal de Esperanto (UEA) ha defendido las lenguas minoritarias durante más de 100 años.
Los derechos de los niños a aprender su lengua materna y continuar su educación usándola no es importante solamente para sus culturas, es esencial para su desarrollo psicológico. Se ha demostrado en muchos estudios a gran escala en varios países que si los indígenas y niños de minorías reciben su educación principalmente usando sus propias lenguas como la lengua de enseñanza durante los primeros 6-8 años (con una buena enseñanza de la lengua dominante como segunda lengua, impartida por profesores bilíngües), su rendimiento escolar es mejor y aprenden la lengua dominante mejor que si la enseñanza se realizara mediante ésta. Si están un año o dos con su lengua materna y su educación pasa a ser en la lengua dominante se pueden desenvolver bien al principio, pero desde aproximadamente el cuarto curso su progreso comienza a empeorar y la diferencia entre ellos y los niños cuya
lengua materna es la dominante comienza a ampliarse.
También es importante para la gente poder comunicarse a diferentes niveles. La UEA es partidaria del aprendizaje de 2, 3 o 4 lenguas según las circustancias, por ejemplo:
1. lengua materna
2. lengua regional, si es diferente
3. lengua nacional, si es diferente de las dos primeras
4. una lengua internacional, que no pertenece a ninguna nación - es decir, el Esperanto.
Los esperantistas saben que cuando un grupo multinacional usa una lengua común y neutral, la calidad de comunicación es muy especial. El último objetivo del Esperanto es promover la paz entre los pueblos haciendo la comunicación más fácil y equitativa. Usando una lengua común se evita una situación en la que la gente que usa su lengua materna tiene una considerable ventaja sobre aquellos que usan una lengua foránea.
Nos gustaría que las Naciones Unidas tuviera en cuenta esto con respecto a sus propias reuniones. La discrepancia es muy obvia cuando se oye a los delegados expresándose en inglés, francés o español para los que éstas son la segunda o tercera lengua. Cuando un ponente toma la palabra usando su lengua madre, a menudo la diferencia es destacada - lo que dice tiene mucho más peso y atrae mucho más la atención que un ponente que habla una lengua extranjera.
La gran esperanza de los esperantistas es que el mundo llegue a ser un lugar pacífico, y creemos que una comunicación efectiva juega un rol muy importante para conseguir esto.
Referencia: Declaración de los Derechos de las Personas pertenecientes a Minorías étnicas, nacionales, religiosas o lingüísticas, adoptado por la Asamblea General resolución 47/135 del 18 de diciembre de 1992
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